Madres y padres especialistas en educación durante el confinamiento
Con el fin de propiciar la producción colectiva de pensamiento en el terreno educativo escribimos una carta a varios especialistas en educación, de distintas latitudes latinoamericanas. Todos ellos, madres y padres con hijxs en la educación preescolar y primaria. Les solicitamos nos compartieran sus experiencias y reflexiones, durante estos meses, en relación con el seguimiento que han venido haciendo, desde el ámbito doméstico, al aprendizaje a distancia de sus hijxs.
La invitación fue concretamente a grabar un video de tres minutos para responder a estas dos preguntas:
1. ¿Esta situación te ha permitido reformular tus ideas acerca de la educación escolar, en general, y del aprendizaje, en particular? ¿por qué?
2. ¿Podrías resaltar algún aspecto positivo y alguno negativo de esta experiencia escolar en casa, para ti y para tu(s) hijx(s)?
La mayoría de los convocados respondió a nuestra invitación. Recibimos 16 valiosos testimonios de 10 madres y seis padres y, como a millones de otros, el confinamiento les ha dado la oportunidad de compartir tiempo y espacio con sus hijas e hijos. En esa convivencia obligada cada uno de los miembros de la familia ha debido ocuparse de lo suyo y, al menos, intentar apoyar a los otros.
A estos 16 adultos que trabajan en educación, el confinamiento les ha brindado también la posibilidad de repensar su propio campo. Ser testigos en sus hogares de los retos, dificultades e inusitados aprendizajes de sus hijxs les ha permitido mirar desde otra perspectiva los parámetros que han regido el funcionamiento del sistema escolar, atestiguar y repensar el trabajo de los maestros, las necesidades de los aprendices, los desafíos que impone el mundo exterior a la escuela. Les ha ofrecido la posibilidad de reflexionar sobre las necesidades integrales de los diferentes miembros de la comunidad educativa y sobre la eterna tensión que esencialmente define el sistema educativo: la tensión entre la voluntad de conservar y de transformar. Sus respuestas están grabadas. Usted puede escucharlas al pie de esta nota.
Aquí iniciamos una conversación a partir de nuestra escucha de ellas. Obviamente, es una conversación que no tiene un carácter conclusivo. Todo lo contrario, buscamos que cada uno de los visitantes del Jardín Lac pueda alimentar sus propias reflexiones, solo o acompañado y construir sus propias respuestas, de manera más sustentada.
Es una conversación que no tiene un carácter conclusivo. Todo lo contrario, buscamos que cada uno de los visitantes del Jardín Lac pueda alimentar sus propias reflexiones, solo o acompañado y construir sus propias respuestas, de manera más sustentada.
Una de las cosas que deja clara la escucha de los testimonios es que la cuestión no es en absoluto sencilla. Los profesionales de la educación hablamos y escribimos de la escuela permanentemente, pero más en el terreno teórico de nuestra reflexión profesional. Hoy nos enfrentamos a la experiencia de su ausencia, o al menos a su cierre físico, y con ello al impacto concreto que este cierre ha tenido en el aprendizaje, no sólo de los alumnos en general, sino de nuestros propios hijxs, en particular.
Madres y padres revaloran la tarea de los maestros, destacan cómo los docentes han encarado las dificultades durante la emergencia y expresan agradecimiento por sus esfuerzos. Al mismo tiempo, cuestionan las actividades y prioridades de la institución escolar tal como hasta hoy la conocemos. Se preguntan si el sistema educativo está estableciendo los objetivos adecuados para preparar a sus hijxs para el futuro, al tiempo de darles mayores posibilidades de disfrutar su presente.
Muchos señalan que el sistema ha privilegiado cumplir con programas evaluables y las escuelas han asumido esa obligación como tarea sustantiva. La obstinación por la llamada voluntad enciclopédica o por el seguimiento de los programas curriculares, es cuestionada claramente por muchos. Algunos incluso confiesan que la crisis actual hace evidente que tales objetivos son imposibles de alcanzar: ¿Por qué seguir insistiendo en ella y no asumir otros desafíos? A esta coincidencia se suma la necesidad ampliamente compartida de reforzar los aprendizajes socioemocionales cuya importancia la crisis ha puesto de relieve.
Se trata de interrogarse cómo las escuelas pueden despertar lo más valioso, la motivación por aprender. Algo fundamental para el cumplimiento de la función informativa de la escuela. ¿Cómo podemos estimular la conformación de una comunidad educativa en la que todos aprendemos y enseñamos, creamos y compartimos conocimiento? ¿Se puede crear conocimiento sin alentar la autonomía, despertar la curiosidad y valorar la capacidad de experimentar y aprender de la experiencia?
Resuena en estos testimonios el hecho de que la virtualidad no pueda reemplazar plenamente todo lo que ofrece la presencialidad. Los especialistas dan cuenta de cuán deseosos y necesitados están sus hijxs de recuperar las relaciones sociales que normalmente brinda la escuela. Añoranza por recuperar pronto a los amigos y las relaciones que ocurren no solo en aula, sino en el patio y los pasillos. Añoranza también de los adultos por recuperar plenamente sus espacios profesionales.
Muchos señalan que el sistema ha privilegiado cumplir con programas evaluables y las escuelas han asumido esa obligación como tarea sustantiva. La obstinación por la llamada voluntad enciclopédica o por el seguimiento de los programas curriculares, es cuestionada claramente por muchos.
Algunos han pensado que el modelo homeschooling puede ser una opción personal, pero con la certeza de que ese modelo no puede extenderse a la inmensa mayoría.
En cualquier caso, la escuela en sí misma no parece ser descartable, al menos por ahora. Por el contrario, se la destaca como una institución que aspira a igualar oportunidades, pero también porque –como dice Sebastián Plá– garantiza a niñas y niños un derecho que debiera ser universal, el de contar, durante su infancia, con un espacio sin sus padres. Parece obvio, pero no lo hemos pensado y discutido suficientemente. Habrá que hacerlo en el futuro.
Mientras tanto, en estos momentos en que ese derecho no puede ser ejercido por el confinamiento forzado, es importante que nos sigamos formulando preguntas acerca de cómo replantear los objetivos educativos y los aprendizajes esperados a la luz de esta crisis, sobre todo si queremos aprender de la experiencia y asumir que la escuela nos sirve para aprender para la vida, incluso cuando sus edificios están cerrados, como ahora.
Después de lo vivido no se puede sólo volver a la normalidad, como la conocíamos. Es un punto de inflexión. Desde Jardín Lac invitamos a seguir reflexionando y abrimos una conversación pública.
Valeria Baena (Colombia)
En la escuela la corporeidad es necesaria.
Licenciada en Estudios Literarios por la Universidad Nacional de Colombia, con Especialidad en Literatura Digital, por la Universidad de Barcelona y Maestría en Lengua y Literatura Españolas por la Universidad de Kansas, EUA.
Coordinadora del proyecto ¡Vive tu Biblioteca Escolar!, Convenio MEN-CERLALC en Cerlalc-Unesco, Bogotá.
Marcela Bautista (Colombia)
Como mamá ha sido sumamente difícil pero a la vez enriquecedor.
Licenciada y maestra en Sociología por la Universidad Nacional de Colombia, con un Diplomado en Indicadores para el diseño de políticas públicas y programas sociales, de la Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá.
Investigadora del Grupo de Investigación de Estudios de Educación Media y Superior, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá.
Manuel Bravo (México)
Está muy arraigada la idea de que educar es entretener.
Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública con Maestría en Investigación y Desarrollo Educativo, ambas por la Universidad Iberoamericana, de la Ciudad de México.
Presidente y Co-fundador de Cien Lenguajes del Niño AC, una organización de la sociedad civil para mejorar las experiencias de aprendizaje, afecto y desarrollo de la infancia, Ciudad de México.
Mauricio Dávila (México)
Nuestros hijos han resentido el no poder compartir con sus amigos, con sus pares.
Licenciado en Relaciones Internacionales (UIA) con Maestría en Relaciones Internacionales de la London School of Economics and Political Science, de la Universidad de Londres, Reino Unido.
Director general de la consultoría educativa ACCEDE INNOVACIÓN SC, Ciudad de México.
Laura Delgado (México)
Hemos hecho bien como padres en educarlos en un entorno de igualdad de género.
Licenciada en Psicología Social por la Universidad Autónoma Metropolitana, con Maestría en Metodología de las Ciencias del Instituto Politécnico Nacional, México.
Fue Directora General de Medición y Tratamiento de Datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Es co-fundadora de Kaans-Balam S.C. e integrante de MUxED, Ciudad de México.
Patricia Ferrante (Argentina)
Ha sido una experiencia escolar distinta que creo que va a proporcionar aprendizajes en otros sentidos más allá del programa.
Licenciada en Ciencia Política (UBA), con Magíster en Relaciones y Negociaciones Internacionales (programa conjunto FLACSO/Argentina, Universidad de San Andrés y en cooperación con la Universidad de Barcelona). Hizo su doctorado en FLACSO Argentina.
Investiga sobre temas vinculados a las TIC y la educación y los consumos culturales y a las estructuras locales y globales de protección de derechos de propiedad intelectual. Es docente de maestría en FLACSO y la UNIPE.
Pedro Flores Crespo (México)
Fijemos claramente los objetivos de aprendizaje con los estudiantes y seamos empáticos con ellos.
Doctor en Ciencias Políticas y Desarrollo por la Universidad de York, Reino Unido.
Fue profesor visitante en la Universidad de Harvard (2019-2020) y actualmente es profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Querétaro, México.
Delia González (Argentina)
La autonomía tiene que ver con la motivación, la motivación tiene que ver con el interés por el conocimiento y esto es un gran desafío para la familia.
Licenciada en Sociología, UBA y Maestría en Educación, Lenguajes y Medios, Universidad Nacional de San Martín.
Consultora, docente e investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional, Buenos Aires.
Belén Igarzábal (Argentina)
La virtualidad no puede remplazar la presencialidad en la educación de niños y niñas.
Licenciada en Psicología y graduada de la maestría de Periodismo de la Universidad de San Andrés.
Directora de Comunicación y Cultura, FLACSO, Buenos Aires.
Lupita Mendoza-Zuany (México)
Ha sido una oportunidad para replantear mi "ser madre" y mi "ser investigadora educativa".
Licenciada en Relaciones Internacionales (ITESM), Maestra en Ciencias Antropológicas (UADY), Doctora en Política (Universidad de York, Reino Unido).
Investigadora del Instituto de Investigaciones en Educación, Universidad Veracruzana, Xalapa de Enríquez, México.
Bernardo Naranjo (México)
Hemos querido trasladar la educación del aula al Zoom, cuando son dos cosas totalmente diferentes.
Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública (UIA), con Maestría en Política Pública de la Universidad de California, Berkeley y Doctorado en Educación, por la Universidad de Stanford.
Director General Proyecto Educativo SC, San Andrés Cholula, Puebla, México.
Silvia Ojeda (México)
Me cuestiono el para qué de la escuela.
Licenciada en Comunicación educativa (U. Marista), con Maestría en Educación, por la Universidad de las Américas.
Gerente de Educación. Responsable del Instituto Natura México, Ciudad de México, México.
Sebastián Plá (México)
La he sufrido mucho, ha sido difícil tanto como profesor universitario y como padre responsable de la escuela en casa de una niña y un niño.
Licenciado en Historia por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, con Doctorado en Pedagogía, por la UNAM.
Es investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación, IISUE, UNAM, Ciudad de México.
María Teresa Rojas Fabris (Chile)
He valorado que exista la escuela, que logre colocar un guión de actividades, de contenidos, de metas.
Doctora en Ciencias de la Educación de la P. Universidad Católica de Chile en cotutela con la Universidad René Descartes – Paris 5. Licenciada en Historia y Profesora de Historia y Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Es académica de la Facultad de Educación, Universidad Alberto Hurtado, Santiago, Chile.
Pablo Salomón (Argentina)
Me ha servido para repensarme como docente.
Licenciado en Ciencias Biológicas, (UBA) con Diplomado Superior en Enseñanza de las Ciencias, FLACSO.
Profesor Escuela Normal Superior N° 1, en Lenguas Vivas “Presidente Roque Sáenz Peña”, Buenos Aires.
Patricia Vázquez del Mercado (México)
Necesitamos repensar el espacio de aprendizaje.
Licenciada en Pedagogía por la Universidad Panamericana, con Maestría en Políticas Públicas Comparadas de FLACSO y actualmente cursa la Maestría en Educación Internacional, en la Universidad de Harvard.
Ex-Secretaria de Educación de Puebla. Fue Consejera de la Junta de Gobierno del Instituto Nacional de Evaluación de la Educación de México. Actualmente es Directora de Cooperación Internacional, en Radix Educación.
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